Sobre Antonio José y su nuevo álbum “Fénix” Repasar la trayectoria de Antonio José causa impresión. El cantante y compositor cordobés –26 años– continúa trazando un camino jalonado por hitos que lo confirman como uno de nuestros artistas con mayor proyección internacional. “Fénix”, su nuevo álbum en estudio, está llamado a ampliar el impacto de una carrera que ya acumula 11 certificaciones de oro y 5 de platino, con miles de millones de streams de sus canciones y videoclips. En años tan complicados como 2019 y 2020, Antonio José firmó 60 conciertos en España y Latinoamérica. En sus actuaciones españolas la norma es el sold-out. Y su conexión con la escena latina cada vez es más fuerte, tal y como demuestran sus colaboraciones –ya sea en estudio o en directo– con músicos como Luis Fonsi, Nabález, Cali y El Dandee, Cami, Maite Perroni, Carlos Rivera, Joey Montana, Israel Maldonado, Greeicy, Karol G, Luciano Pereyra, Diogo Piçarra, Juan Magán, Paulina Rubio o Jerry Di. La potencia de su figura artística también queda reflejada en colaboraciones con marcas de sectores como la moda o el automóvil. Sus videoclips han sido tendencia en YouTube aquí, pero también en América, sobre todo Perú, Ecuador, Colombia, Chile y Argentina. En este último país ha colgado el cartel de entradas agotadas en salas históricas como La Trastienda bonaerense y protagonizó un espectacular show ante 35.000 personas como artista invitado de Luciano Pereyra en el estadio de Vélez. Logros que le llevaron a planificar una actuación en el mítico Gran Rex que, lamentablemente,tuvo que verse aplazada indefinidamente por la triste cuestión global que ha parado el mundo desde hace ya más de un año. “Fénix” es un disco muy especial. Marca una divisoria de madurez en la carrera de Antonio José y supone un considerable ejercicio de valentía autobiográfica. Los últimos tiempos no han sido fáciles para el músico andaluz, quien ha decidido plasmar todas esas dificultades sentimentales y vitales en estas canciones. Porque “Fénix” es una emocionante bitácora que documenta ese proceso de evolución. Su inteligente ciclo narrativo aborda distintos estados de ánimo –de la decepción a la ilusión– para desembocar en un final abierto y lleno de esperanza con “Vamos”. Por el camino, encontramos canciones a corazón abierto como la balada “Te han visto llorar” y el medio tiempo “Que alguien me lo explique”, en las que Antonio José se revuelve contra el dolor. Ese mismo tono se impone en “Tal vez”, a dúo con la leyenda de la música mexicana Alejandro Fernández, uno de sus modelos artísticos. No es la única colaboración estelar del disco. La trepidante “Lo que hará mi boca” –junto a Morat– promete ser uno de los puntos álgidos de sus próximos shows y se perfila como clásico inmediato de un repertorio al que se suman otras piezas imprescindibles con “No fue en vano” –a medias con otra figura esencial del pop colombiano, Andrés Cepeda– y “Por mil razones”, tema que articula todo el relato del disco a modo de bisagra y materializa ese despegue personal entre irresistibles arreglos de metal empapados de Caribe. Atentos también a la pletórica celebración vital de “Te quiero tanto”, combinando patrones rítmicos de tendencia latina y urbana, con la tradición flamenca de su querida Andalucía. Y ojo a la delicadeza con que plantea “Olvidarte”, junto al dúo venezolano Sanluis, en una de las interpretaciones más emotivas de su carrera. Superando el vértigo y exponiéndose más que nunca –siendo él mismo, en definitiva–, Antonio José nos recuerda que la música puede tener propiedades curativas. Él ha aprovechado la oportunidad de sanación brindada por estas canciones. Ahora toca compartirlas por todo el mundo, reencontrarse con sus seguidores. El vuelo de “Fénix” va a ser apasionante. |
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