lunes, 19 de noviembre de 2018

La Beriso en Vélez: dos décadas de rock.





La banda festejó junto a su gente, con sus canciones clásicas y material recientemente editado, sus 20 años de carrera, tiempo por demás suficiente para hacer un profundo balance.
Rolo Santorio y compañía saben de grandes convocatorias, hasta parecen más cómodos en este contexto, entreteniendo a multitudes. Habían adelantado que sería un show largo, acorde con la ocasión conmemorada y cumplieron: desde el comienzo con las favoritas “No me olvides” y “Mano a mano”, hasta los más recientes “Mi destino”, “Flores” y “Sueños”. Las más de 30000 personas presentes saltaron, cantaron y reflexionaron con las, por momento, introvertidas letras de Sartorio, que a estas alturas es un compositor con sello propio dentro del rock nacional. No podían faltar “Madrugada”, “Tres mujeres”, “Risas de pobre”, la enérgica “Legui”, “Tan sola” “Ella”, entre otras canciones. No se puede dejar de mencionar a los invitados especiales de la velada: el legendario Jimmy Rip y el cantante Facundo Soto, de Guasones, que no quisieron estar ausentes de tan importante acontecimiento.
En una parte muy emotiva, Rolo hizo subir al escenario a sus hijos, para que pudieron tener la visión de los músicos sobre el escenario, acompañados obviamente por el cariño del público.
En resumen: es muy bueno para el rock vernáculo que uno de sus grupos más convocante pueda montar un espectáculo de semejantes proporciones, con un sonido impecable, muy buenas luces, pero por, sobre todo, unas pantallas gigantes de muchísima definición, pocas veces vistas en nuestro país incluso para artistas internacionales, que acapararon el asombro de todos los espectadores.  Quien no se arriesga no consigue nada y no gana experiencias. La Beriso apostó mucho con ese recital y los resultados son a todas vistas satisfactorios.

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