Infinitos puntos que se unen en el espacio, mediante un trazo imaginario entre dos artistas, creando una constelación.
Curaduría: Eduardo Stupia
:: Del 21 de Septiembre al 31 de Octubre ::
“Mío Hotel” Av Quintana 465, Buenos Aires.
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Las llamadas afinidades selectivas son una de las maneras en que se manifiesta la amistad, y también la pràctica artística. Al menos, así lo demuestran Leila Awada y Roberta Pesci en la confluencia de sus piezas, tan próximas en el espíritu que las anima como diferentes en lo formal. Awada, con una pulsión orgànica que conduce su involucramiento tàctil y sensible en el pastoso acrílico rumbo a núcleos de una pregnante palpitación celular. Pesci, inclinada al detallismo monacal del bordado para hilar las hebras intrincadas de sus preciosistas, íntimos retablos, ornamentos y escenitas de cuento.El cuadrado o el rectángulo de la tela sobre la cual Awada expande la concentración circular o expansiva de sus derrames, equilibradamente expresivos, hace sistema, y a la vez se contrapone, con el doméstico liencillo donde sobrevuelan, como mapas étereos, las polícromas tramas de Pesci. Ambas artistas exhiben honestidad en el oficio, así como claridad en la ocurrencia original, y consecuentemente proponen al espectador un approach igualmente nítido y sin subterfugios. E inadvertidamente, como si estuvieran simplemente conversando entre ellas a través de sus lenguajes, casi distraídas de toda pretensión, convierten esa naturalidad en una de las formas breves de la poesía. Eduardo Stupia.
Roberta Pesci
Desde la tela y el hilo, recorre lugares y materiales que conoce muy bien.
Diseñadora de indumentaria, vestuarista de cine y teatro, se adentra en el arte textil a través de bordados y texturas.
Leila Awada
Artista visual y docente.
Desde el acrílico y el color está en permanente búsqueda de un lenguaje propio que parte desde el gesto y lo orgánico.
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