LA HISTORIA DE ‘”PROMETO”
Cuando comenzó a grabar las nuevas canciones, Pablo tenía ya una idea clara: encontrar algo nuevo y especial que ofrecer al público. No era un cambio forzado, sino la necesidad de expresar otras vertientes artísticas que han crecido en él y poder disfrutar la sensación de divertirse con lo que estaba haciendo. “Durante la grabación todo fluía con facilidad, quizá por la total confianza que deposité en Julio Reyes. Desde el primer momento sentí mucha seguridad porque intuí que él iba a entender perfectamente lo que yo quería. Y así fue. Lo hizo por el lado más moderno y también por el clásico, unas veces por la balada y otras asumiendo el riesgo de afrontar algunos temas más movidos. Supo sacar cosas que llevo dentro y alguna otra faceta mía que la gente no conoce. Para conseguir eso yo necesitaba un compañero como él, que musicalmente me entendiera bien. Él trabaja con la sonrisa en la boca y por algo es muy apreciado y querido por los que trabajan junto a él. Ha sido un gran placer hacer este álbum a su lado”, confiesa Pablo.
Miami es la ciudad donde el colombiano Julio Reyes tiene su cuartel general y donde se grabó "Prometo". Durante el tiempo que duró la grabación, Pablo también tuvo ocasión de conocer la vida cultural y artística de la ciudad y descubrir en ella aspectos muy interesantes, lo que hizo que en muchos sentidos Miami esté presente en el alma de este álbum: “Estuve en muchos sitios de Miami con Julio y con muchos amigos que allí viven, escuchando música de todos los países y colores, conciertos acústicos, clásicos, cubana, venezolana, empapándome del ambiente, aprendiendo y disfrutando”.
En un principio, Pablo pensó que el disco se grabaría en un entorno más reducido, más íntimo, con pocos colaboradores, pero al final se unieron a la aventura un número importante de personas. “Antes de conocer a Julio, intuía que es una persona abierta a muchas influencias y de volcarlas en su trabajo, capaz de hacer un disco de boleros muy clásicos y producir después otro más moderno, un día uno de salsa, y al siguiente uno de pop latino. Pasaba de un lado a otro con naturalidad y haciéndolo todo bien. Julio es también capaz de mimetizarse con uno, meterse en tu piel y en tu terreno sin renunciar a ser él y eso es muy difícil. En resumen, Julio le ayuda a uno a crecer en lo musical. Por si fuera poco, es un músico que viene del clásico. Todas las mañanas me recibía en el estudio tocando Bach en su piano de cola. Yo sabía que iba a entender lo que yo tenía en la cabeza, un disco muy variopinto”.
Los músicos que han intervenido con Pablo en la grabación de “Prometo” son de la más variada procedencia. El pianista Carlos Fernando López es colombiano; el guitarrista Dan Warnerestadounidense; igual que el baterista Aaron Sterling, natural de Nashville; Guillermo Vadalá, el bajista, es argentino; Ricardo López Lalinde es colombiano; el batería Almando Cresso procede de Jamaica; el multiinstrumentista Yasmil Marrufo es venezolano; Richard Bravo es percusionista y venezolano y finalmente Lolo Álvarez, guitarrista y viejo compañero de gira de Pablo, es español, y como asegura Pablo, “vino a darle un punto de cercanía a las canciones”. Todo ello sin mencionar la colaboración de The City of Prague Philharmonic Orchestra. “Yo creo que al final ha resultado un disco que abre puertas, o mejor dicho, que tiene las puertas abiertas aunque no sabría decir hacia dónde y eso precisamente es una de las cosas que me gustan de él. Que haya canciones donde de repente haya tocado un jamaicano, un venezolano o un colombiano, de pronto se oiga un reggae donde aparece un cuatro venezolano o un tres cubano… Ese tipo de libertades no las tuve en discos anteriores. Ha habido muchas facilidades en ese sentido”.
RETOS Y PROPÓSITOS
“En el terreno musical huyo del encasillamiento. Para mí era importante poder tener la posibilidad de arriesgar, poder hacer cosas diferentes, experimentar, jugar con las canciones y liberarme así de muchos prejuicios musicales…. Es obvio que el gran público asocia el nombre de Pablo Alborán con la música romántica. Pero yo soy músico y el encasillamiento me asusta. Por otro lado creo en la sencillez. No querer encasillarme no quiere decir que tenga que asociar lo complicado con lo bonito. Yo tengo que hacer lo que me pide el cuerpo”.
LOS TEXTOS
“Yo tenía una obsesión, no querer contar las cosas siempre de la misma manera. Por eso sigo estudiando y aprendiendo. En lo musical, este año me ha permitido escuchar muchísima música y leer a gente como a Benedetti, Cerati... Quizá de estos momentos de estudio y lectura salen letras como la de la canción "Prometo", que da título al álbum y que, creo, es agradable de leer. No pretendo decir que sea un poema, porque no me considero un poeta ni mucho menos, pero “Prometo” es más que una canción, es una historia”
LAS CANCIONES
Todas las canciones de “Prometo” fueron compuestas en el último año y medio. “En ese periodo surgieron muchas canciones muy distintas. Algunas han entrado en el álbum y otras no. Hay baladas, canciones movidas, otras inconformistas… Fue muy especial y me hizo sentir muy a gusto cuando vi que los músicos que me acompañaban se metían en ellas y las entendían. Esa conexión hizo que no sintiera la necesidad de tocar ni el piano ni la guitarra en prácticamente ninguna de ellas. Todos tocaban claramente lo que yo quería escuchar”.
La idea de publicar dos singles simultáneamente es del propio Pablo y tiene más de intención artística que de estrategia de marketing. “Necesitaba mostrar los dos extremos del álbum, dos caras opuestas de mi música: ‘Saturno’ es una balada, con un sonido muy orgánico, con guitarras, dobro, cuerdas. ‘No vaya a ser’ está en el otro extremo, donde hay más electrónica. No quería sacar sólo un single encasillándome de alguna manera. En ‘No vaya a ser’ es la primera vez que utilizo mi voz como un motivo musical. La canción habla del amor que es un baile, un tira y afloja, un miedo a perder; miedo a desnudarnos, a bajar los escudos, a arriesgar y no ganar. Es un baile en el que avanzas y retrocedes y eso lo mantiene vivo. Por eso esta canción es tan rítmica”.
“Saturno’ habla de mundos paralelos donde se desarrollan las vidas que pudieron ser junto a las que han sido. Una vez escuché en un documental que las ondas sonoras que partían de la tierra nunca desaparecían, seguían haciendo un viaje eterno por el Cosmos. Eso me llevo a imaginar que todo lo que dejaba de suceder en la Tierra seguía sucediendo en otro lado. Me pareció una idea interesante y pensé en Saturno y en el amor. El amor cuando muere no se muere por lo que ha sido sino porque en cierto modo se devora a sí mismo, por lo que hubiera podido llegar a ser si hubiera crecido. Por eso recordé la historia mitológica de Saturno y de sus hijos. El sonido de Saturno está en la canción, no en sentido figurado sino real: el sonido-frecuencia del planeta tal y como se escucha en un radiotelescopio está al comienzo y al final de la canción”, comenta Pablo.
Otra de las canciones sorprendentes de “Prometo” es ‘Boca de hule’, que muestra una faceta bastante desconocida de Pablo. “Es una canción que primero tuvo una letra de desamor y se titulaba ‘Mala hierba’. Cuando empezaron los últimos acontecimientos en Venezuela, yo ya estaba en Miami y a mi alrededor había venezolanos que venían al estudio. Hablábamos de las cosas que están pasando en el mundo. En general había cierta atmósfera de desilusión, de impotencia, y me dije que tenía que mandar un mensaje en el disco, un grito de indignación. Entonces le di toda una vuelta a la canción original, le cambié la letra en el mismo estudio, también el título y la grabé con la foto de muchos personajes públicos que no me gustan delante de mí. En realidad intentaba reflejar mi indignación hacia los que nos engañan de una manera u otra, todos aquellos políticos que nos decepcionan. Quizá también sea la canción con la que más hemos experimentado. Tiene un punto muy especial”. Un punto especial como todas y cada una de las canciones de “Prometo”, un disco intenso que merece varias escuchas.
Como ya es habitual, Pablo participó de lleno en los las mezclas, remezclas y producción, una parte de la gestación de un disco en la que siempre está presente porque le gusta. Julio y yo coincidíamos en muchas cosas en el trabajo. A veces me pedía mi opinión sobre algo, o incluso se me adelantaba proponiéndome cosas que yo tenía la intención de insinuarle. Coincidíamos en muchísimos momentos”.
Al terminar la grabación, Pablo tuvo la impresión de haberse vaciado, de haberlo dado todo como nunca había conseguido. Según sus propias palabras “de la grabación de “Prometo” he aprendido que hay que probar, que hay que perderse para encontrarse y que no hay que tener miedo a tomar ciertas decisiones. Eso lo supe al terminar la grabación del disco y darme cuenta de todo lo positivo que me había resultado esta nueva experiencia. Yo lo tenía claro desde el principio y los hechos me lo confirmaron. Ahora sólo puedo decir que en “Prometo” lo he dado todo de mí y no me he dejado nada en el tintero”.
PABLO ALBORÁN - NO VAYA A SER (VIDEOCLIP OFICIAL)
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PABLO ALBORÁN - SATURNO (VIDEOCLIP OFICIAL)
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PABLO ALBORÁN - PROMETO (VERSIÓN PIANO Y CUERDA) VÍDEO OFICIAL
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