BIG MENU llevan siendo otra cosa desde que nacieron hace casi ya una década.
Ni hip hop.
Ni funk.
Ni jazz.
Ni electrónica.
O todo ello.
El combo es vibra, alma, pellizco: ganas de llevar el sonido escurridizo al máximo de pechos posibles. Lo diverso, cosido por la voluntad de ser accesible. Vacile inclusivo.
La versatilidad y amplitud de miras de Peter Party, Pein y Hosss les ha reportado respeto internacional y multitud de colaboraciones con artistas como Nathy Peluso, Dano, Zalon, Bejo, Foyone, Delaossa, KiNK, Lou Fresco o Rels B.
Hay pocas palabras a las que BIG MENU no rehúyan. La más clara: trío.
Son grupo-burbuja-musical; escucharlos hablar, cómplices, es entender la facilidad con la que después suman y restan recursos. A lo que pida el tema. “Nos gusta alborotar el gallinero, remover la colmena”, claman los tres. Después de los anticipos que han visto la luz en los últimos meses: ‘BONGO MONDONGO’, ’Isla Mágica’ o ‘F.A.M.O.U.S.’, y tras muchos años de carrera profesional ligados a la música en todas sus formas, BIG MENU nos presenta IDO, su primer álbum de estudio.
BIG MENU saben que no tomarse muy en serio, restar gravedad, es un atajo hacia ser y hacer feliz. Porque BIG MENU no hablan, hacen y hacen. Por ello pueden sorprender, desencorsetar y fluir como lo hacen pocos en un mundo donde el tag es ley.
En los márgenes está el futuro y ellos han plantado una tienda de campaña en un slackline del que la mitad ya se hubiesen desempeñado. |
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