Esta canción, compuesta por Luciano Pereyra, Andrés Castro y Palito Ortega tiene una particular historia que se remonta a mucho tiempo atrás. Todo comenzó con un asado en casa del gran Horacio Guaraní, padrino musical de Luciano, en el que coincidieron Palito Ortega y Luciano. Por supuesto surgió una charla de música, y Palito le comentó a Luciano que tenía el estribillo de una posible canción, y se lo ofreció para que él la terminara. Durante varios años, Luciano intentó terminar la canción pero nunca estaba convencido plenamente del resultado. Hasta que, recientemente, pudo terminarla y decidió grabarla. Se la mostró a Palito y le dijo que quería compartir la autoría con él, pero Palito se negó alegando que el tema lo había terminado Luciano. Este insistió con un argumento irrebatible, le dijo que quería poder decirles a sus hijos que había compuesto una canción con el gran Palito y esa era la única forma que quedara para la historia. Luciano Pereyra y La K´onga ponen al cuarteto en lo más alto una vez más. |
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