viernes, 15 de enero de 2016

El barco más grande de Greenpeace ya está en Buenos Aires



El buque Esperanza llegó este mediodía a la Dársena Norte de Puerto Madero acompañado por los gomones característicos de la organización, que desplegaron sobre el agua la leyenda “Destruir bosques es un crimen”. La emblemática embarcación podrá ser recorrida por el público durante el fin de semana. Buenos Aires es la última escala del “Esperanza Tour 2016”, cuyo objetivo es concientizar sobre la delicada situación forestal en que se encuentra la Argentina.
El Barco estará abierto al público 16 y 17 de enero de 10 a 18h, entrada libre y gratuita. Ubicación en Dársena Norte, entrada Av. Antártida Argentina (al lado de Buquebús)
© Martin Katz / Greenpeace
Buenos Aires, 15 de enero de 2016. -El buque Esperanza arribó este mediodía a Buenos Aires, última escala del “Esperanza Tour 2016”, acompañado por los gomones característicos de Greenpeace, que desplegaron sobre el agua la leyenda “Destruir bosques es un crimen”. El barco más grande de la organización ambientalista amarró en la Dársena Norte de Puerto Madero y podrá ser visitado por el público de forma libre y gratuita este sábado y domingo. 
Los visitantes podrán recorrer la embarcación con la guía de los voluntarios de Greenpeace y conocer más sobre el motivo que la trajo a la Argentina: la alarmante situación de los bosques. El país está entre las diez naciones que más deforestaron los últimos 25 años, a razón de 300.000 hectáreas por año.
Adquirido por Greenpeace en el 2000, el Esperanza es el barco de las grandes batallas ambientales: entre otras acciones, durante 2005 y 2007 fue clave en la defensa de las ballenas amenazadas por la flota japonesa; recorrió varias veces el Ártico para documentar los efectos de la pesca indiscriminada, la explotación petrolera en mar abierto y los impactos del cambio climático; recientemente pasó por Chile para acompañar el reclamo por una ley que proteja los Glaciares de la minería. Tiene 72 metros de largo y alcanza una velocidad máxima de 16 nudos. Fue modificado para ser más respetuoso del medioambiente; entre otras reformas, se incorporaron un sistema carburante especial para evitar derrames y un sistema de reciclaje de aguas residuales que permite que sólo el agua limpia sea arrojada al mar.
La tripulación del Esperanza está conformada por activistas de más de diez nacionalidades. Los comanda el capitán argentino Daniel Rizzotti, que lleva en Greenpeace más de 20 años.

                                                                                                                                                                                 

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